Salimos de los bajos de la plaza a las nueve y media de la mañana y fuimos desde allí al rocódromo, ubicado en Ronda Norte, caminando con nuestras mochilas con los almuerzos.
Cuando llegamos allí pagamos el dinero por cada persona que iba y nos sentamos en las mesas y sillas que allí habían y almorzamos.
Después el encargado del establecimiento nos dio algunas nociones de escalada: nudos, arneses, forma correcta de tratar el material…, y nos dejó que fuésemos escalando por nuestra cuenta mientras uno por uno subían el bloque más alto atados con la cuerda.
Hubo un rato de tiempo libre antes de volver a pata a nuestro local amado, para que los muchachos no caminasen con el estómago lleno y, una vez allí jugamos a algo ‘’tranqui’’ hasta que fuesen llegando los padres.
Una mañana cargada de deporte para que pequeños y mayores no nos quedemos blandurrios por tanta vida cómoda.
¡Gracias equipo!
Que buenos recuerdos de esa Tropa de El Cid Campeador. Llevarla siempre en vuestros corazones y recuerdos.
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