sábado, 2 de agosto de 2014

LETUR 2014

Fin de curso scout. Hora de mirar atrás y hacer balance. Educandos y educadores deben pensar en si los objetivos marcados han sido cumplidos o si por el contrario de cara al próximo año debemos retomarlos y añadir nuevos.

Se terminan dos semanas de campamento, de alegrías, risas, trabajo, calor y también alguna que otra tristeza. Lo importante es que sumando todo eso, seamos capaces de progresar, que los buenos y malos momentos nos hagan ser mejores scouts, mejores personas en definitiva. Y esto debe ser así tanto para el lobato más pequeño como para el educador más veterano.

Guarda bajo buen recaudo en esa cabeza tus despertares odiando a Caraballo, el salir de la tienda y encontrarte un mundo diferente durante dos semanas, las construcciones mejores o peores que forman de la parcela el salón de tu casa y tu cocina. El dar los buenos días a todo el mundo, el "pinches a intendencia", las letrinas, el sentirte limpio aun rodeado de polvo.

El jugar a ser cocinero y que la peor comida del mundo nos sepa a caviar, el comer de todo porque es lo que toca. Llegar a los fregaderos, tontear con el agua o tener conversaciones con personas que no sueles tratar a diario y darte cuenta de que los lobatos son más pequeños que esas ollas que tienen que fregar.

Las actividades de sección, las generales, días temáticos, rallys, juegos de todo tipo. Un tipi que se resistía a ser construido y que una vez acabado es orgullo de un grupo que no se disfraza de indio, sino que se mete dentro de su piel desde el momento en el que el traje toca tu piel y los pies descalzos pisan el suelo.

Los progresos, niveles y promesas. Objetivos cumplidos o incompletos que nos inviten a mejorar para poder lucir esa pañoleta que tanto trabajo, horas y dedicación nos cuesta.

Llegar a casa, deshacer la mochila con una pena infinita. Sentarte en el ordenador y escribir todo esto con una nostalgia tremenda tratando de hacer ver a quien lo lea que no somos una escuela de verano para pasar el tiempo. Y que con todos nuestros fallos (que no son pocos) tratamos de formar y formarnos como personas, que el esfuerzo es grande y la recompensa que nos llevamos, infinita. Por esas y más cosas, hemos creado una gran familia en la que todo el mundo aporta su granito de arena.

Ahora a disfrutar lo que queda de verano, pero eso sí, que nunca se nos olvide que somos scouts.

                                                Canción de la Despedida. Letur 2014.