jueves, 9 de octubre de 2014

TRES AÑOS DE EXPERIENCIAS

Es ley de vida crecer, avanzar; cerrar puertas para abrirnos otras. En el mundo scout, pasa exactamente lo mismo. Cada tres años se produce esa mezcla de sensaciones entre las ganas de seguir creciendo y la nostalgia que nos da dejar la sección a la que hemos cogido tanto apego.

Hoy os queremos mostrar cómo una pionera resume tres años de experiencias. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Si parece que era ayer cuando estábamos en Puerto Lumbreras suplicándoles que hablaran, que no nos íbamos a comer a nadie.

Y tranquilos, si os sentís identificados y os emocionáis es porque sabéis muy bien de qué va todo esto.

Sabía que este momento llegaría, pero no que estuviera tan cerca ni que el tiempo pasaría tan rápido. Pero es lo que sucede cuando estás tan a gusto, cuando tienes la suerte de poder disfrutar de la compañía de cada persona que está en el lugar en el que encajas. Tan a gusto que, en vez de dormir un sábado por la mañana, vas automáticamente a la habitación de pioneros, te sientas en la alfombra con esas ganas de desconectar de la rutina. En tu sitio, en tu casa. Estando con tu gente, con la familia construída con esmero durante tres años.
 
Tres años con momentos difíciles, claro, con ratos de no encontrar ese hueco, con enfados y palabras que no apetece escuchar, pero que te hacen recapacitar. Con consejos para no cambiar la trayectoria, constancia para llegar a buen puerto. 
 
Pero gracias a esos ratos, somos lo que somos, gracias a eso, somos más fuertes, estamos más unidos.
Y es que lo mejor de pasar por situaciones complicadas, es lo que viene después. El despertar. La buena energía, la recarga de pilas, los reconocimientos, la satisfacción, la alegría y las emociones. Y sobre todo, conseguirlo juntos.

Nosotros sabemos de lo que hablamos, lo que hemos conseguido y lo afortunados que somos al tenernos.
Y yo me llevo conmigo, cada acampada, entre otras la de "La Muela" la primera experiencia pionera, cada marcha, cada salida, los cumpleaños celebrados. Bolnuevo. Me llevo el "paintball", el rocódromo, el rafting... Me llevo conmigo al Sahúco y nuestras primeras actividades. A Tus y a cada rincón. A Cuenca y a lo que nos trajo, a su marcha y a sus girasoles. A los Urrutias y a la playa en primavera. A Letur y a la piscina del pueblo, a Turco y Turquín, al buen desayuno de marcha... Pero también, le doy las gracias a este último campamento por darnos una lección y comprobar de cerca que si uno de nosotros falla, fallamos todos.

Sin duda, entre otras muchas cosas más, se nos quedará grabado este fin de semana en el Rellano, donde hemos podido disfrutarnos por última vez dentro de la sección, y donde todos hemos reído con ganas.

Pero sobre todo, se nos quedará muy adentro el momento en el que rompimos el círculo de pioneros. Un momento en el que se te viene a la cabeza de repente el día en que intentábamos entrar... Algunos no entenderán lo que supone salir de ese corro, dejar atrás a tus educadores y ver que tu sección ahora, la ocupan otros pioneros. El irte después de haberlo adaptado todo. Son sensaciones que se apoderan de tu cuerpo y no sabes cómo explicar, pero te hacen sentir vivo. 
 
Y cómo no, me llevo conmigo y me quedo para siempre un pedazo de las personas que han hecho posible todo esto. Un pedazo de Amante, porque gracias a él sé un poco mejor cuándo lo estoy haciendo bien o no, y que para todo hay un momento. Porque gracias a su constancia yo me he enganchado a esto. Un pedazo de Santiago, porque me da seguridad. Un pedazo de Wayo porque aunque fue breve, lo hizo más interesante. Otro de Cristina para poder sacarle el lado positivo a lo malo y hacerlo, si es posible, con buenas maneras y con una sonrisa. Por supuesto, otro pedazo de Alberto para no olvidar nunca que se puede poner la ilusión de un niño sin perder la cordura.

"Entonces hasta luego, decir mejor que adiós."

Desde el grupo de educadores solo podemos decir que: ADELANTE, que aprovecheis todo lo posible vuestra etapa rover. No os de miedo seguir dando pasos, nosotros estaremos ahí para los tropiezos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario